Los beneficios de la leche materna para la salud de los bebés

Se sabe desde hace tiempo que los niños amamantados son más resistentes a las infecciones (gastroenteritis, infecciones de oído, etc.) que los demás niños. El bebé aún no tiene un sistema de defensa inmunológica bien desarrollado, así que se beneficia de la tuya, gracias a tu leche.

Varios dispositivos inmunológicos y no inmunológicos se oponen a la proliferación microbiana en la leche materna:

Anticuerpos específicos (inmunoglobulinas secretas como IgA, IgG e IgM) que compensan su ausencia transitoria en las células intestinales de los recién nacidos y los bebés. Estos anticuerpos se dirigen contra los estafilococos, estreptococos, neumococos, etc. Estos anticuerpos se dirigen contra los estafilococos, estreptococos, neumococos, etc.

Están obviamente relacionados con las infecciones contra las que la madre ha sido vacunada (poliomielitis, tétanos, etc.) o se ha inmunizado espontáneamente. Su acción antiinfecciosa es puramente local en el intestino.
Células inmunes intactas (linfocitos B y T, macrófagos, leucocitos).
Factores estimulantes de la inmunidad (nucleótidos).

El mides y la lactancia materna

El Ministerio de desarrollo tiene planes de apoyo para la lactancia materna a traves de sus servicios como la tarjeta mides y sus sistemas de recarga de saldo y otros programas afines.

También están presentes factores no inmunológicos: lactoferrina, lactoperoxidasa, lisozima, factores antivirales, enzimas (lipasas), análogos de receptores que atrapan bacterias patógenas, factores de crecimiento (EGF), etc.

La lactoferrina inhibe el crecimiento de varios microorganismos, tiene una acción bactericida sobre ciertos gérmenes y se une al hierro esencial para el crecimiento bacteriano.
La leche materna promueve una buena digestión
La leche materna contiene:

  • altos niveles de lactosa,
  • baja concentración de proteínas,
  • y un bajo contenido de fósforo. Esto explica la rapidez del tránsito intestinal. Altamente digerible, la leche materna no cansa los riñones ni el hígado y reduce el gas en los bebés.

Protección contra las alergias

Varios autores han demostrado los efectos antialérgicos preventivos de la lactancia materna en las poblaciones de riesgo. La lactancia parece ser protectora en caso de una historia familiar atópica.

Prevención de la obesidad

Los bebés alimentados con leche materna parecen tener un menor riesgo de obesidad durante la infancia y la adolescencia.

Leche materna: la mejor nutrición para los bebés
La leche materna cubre todas las necesidades de su bebé, contiene las vitaminas, minerales, oligoelementos, azúcares, grasas, proteínas que su bebé necesita para crecer bien, todo ello en las cantidades adecuadas.

Pero eso no es todo, la leche materna evoluciona constantemente según las necesidades de su bebé. Así pues, su composición varía durante la lactancia. Puedes distinguir entre:

Calostro (1 a 6 día): tiene un perfil bioquímico muy particular, bajo en lactosa y lípidos, pero rico en sales minerales, proteínas (anticuerpos, lactotransferrina) y oligosacáridos.
Leche de transición (del 6º al 14º día).

Leche madura después del 14º día: su composición varía durante la alimentación. La secreción, diluida al principio, se espesa gradualmente y la concentración de lípidos aumenta. Esta modificación parece regular el apetito del bebé.

Durante el ciclo día/noche, la concentración de lípidos aumenta entre las 6 y las 10 de la mañana y disminuye durante la noche. Durante los meses de lactancia, los niveles de lactoferrina, IgAs y zinc disminuyen gradualmente.
Ninguna leche infantil industrial puede adaptarse actualmente a las necesidades exactas del niño en este momento.